MANDA HUEVOS

Parece existir una confusión generalizada que podría mitigar en alguna medida el tono de mal gusto que muestra la expresión manda huevos explicando su origen. 

Se dice que, en contra de lo que pudiera pensarse, los huevos de esta expresión no guardan relación ninguna con las acepciones de dicho término en el diccionario de la RAE, cuya procedencia tiene que ver con el término ovum del latín, y cuyas acepciones tienen relación en su mayoría con la reproducción de las aves y la nutrición de sus embriones (y, por qué no decirlo, de la nuestra, que menudas alegrías nos proporcionan después de pasar por la cocina) o con el uso vulgar del término usado en plural que lo relaciona con los genitales masculinos y, por asociación y extensión, mejor o peor entendida, con el esfuerzo, la valentía y la fuerza .

Se dice también que la forma correcta sería manda uebos procedente de la expresión latina mandat opus en la que opus habría derivado en uebos, y que significa “manda la necesidad” o “la necesidad obliga”. Esta expresión sería un poco menos antiestética y malsonante, la verdad, y parece ser que se usaba en el ámbito jurídico para indicar que la contundencia de determinadas pruebas o argumentos era tal que obligaba a actuar en función de lo que daban a entender. 

Por otra parte, el término uebos, que también se escribe huebos, aparece en el diccionario de la RAE donde se indica que es un nombre masculino, un arcaísmo que ha caído completamente en desuso y que procede del latín opus. Su significado es “necesidad, cosa necesaria” y se utilizaba en expresiones como ser uebos “ser necesario”, para huebos “para las cosas necesarias” o uebos me es “me es necesario”.

De ahí se interpreta que manda uebos significa algo así como “la necesidad obliga”. Pues bien, hemos de decir que lo apropiado es manda huevos, por antiestéticoy malsonante que resulte. Se trata de una expresión vulgar cuya grafía no cambia ni dulcifica en absoluto su zafiedad. El Diccionario del español actual, de Seco, registra la expresión precisamente escrita como manda huevos y no manda uebos, y así lo confirma también la RAE en su cuenta de Twitter. Se debe señalar que la expresión manda huevos sirve para comentar algo que se considera negativo y que es sorprendente o llamativo, por lo que en cierto modo no se aplica a cosas que son necesarias, sino todo lo contrario.

Es la homofonía con huevos (una mera coincidencia) lo que se aprovecha para intentar, acudiendo a su origen, hacer más refinada la expresión vulgar. Lo cierto es que tampoco parece haber registro histórico alguno en los corpus (el CORDE y el CREA) ni en los diccionarios antiguos que avale la justificación que se da para relacionar la expresión manda huevos con el significado “la necesidad obliga”, pero incluso si esta relación pudiera establecerse, actualmente está muy claro que el uso de esta expresión se refiere a los genitales masculinos y no a la necesidad, tal y como avalan también algunas variantes como manda cojones y manda narices.